VALIDACIÓN MÉDICA
Esta receta cumple con los lineamientos de:
World Gastroenterology Organisation.
Nota Importante: Aumentar fibra gradualmente para evitar gases.
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Generar Receta Disponible en plan Básico y Premium AI🥕 Ingredientes
- 200g de rúcula fresca (aproximadamente 4 tazas)
- 1 taza de quinoa cocida (aproximadamente 150g cruda)
- 1 aguacate maduro, cortado en cubos
- 1 pepino mediano, cortado en rodajas finas
- 1 zanahoria grande, rallada
- 1/2 taza de frijoles negros cocidos (sin sal añadida)
- 1/4 taza de semillas de chía
- 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- Jugo de 1 limón
- Sal marina al gusto (opcional)
- Pimienta negra molida al gusto
- 2 litros de agua para acompañar (hidratación forzada)
🔥 Preparación
- Lava bien la rúcula, el pepino y la zanahoria. Seca la rúcula con un centrifugador de ensaladas o toallas de papel.
- Cocina la quinoa según las instrucciones del paquete (generalmente 1 parte de quinoa por 2 partes de agua, hervir y cocinar a fuego lento durante 15 minutos). Deja enfriar.
- En un tazón grande, combina la rúcula, la quinoa cocida y enfriada, los cubos de aguacate, las rodajas de pepino, la zanahoria rallada y los frijoles negros.
- Espolvorea las semillas de chía sobre la ensalada.
- En un recipiente pequeño, mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, sal marina (si usas) y pimienta negra. Bate bien para emulsionar.
- Vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla suavemente para cubrir todos los ingredientes.
- Sirve inmediatamente en platos individuales. Acompaña con 2 litros de agua para cumplir con la hidratación forzada.
- Consume esta ensalada como plato principal para alcanzar más de 30g de fibra insoluble al día.